domingo, 7 de junio de 2015

Cajón del sastre

Acabo de darme cuenta de que han pasado dos meses desde que escribí la última entrada justo el último día antes de volver de Japón, DOS MESES!!!

Qué barbaridad, el tiempo pasa volando y no nos damos cuenta.

Prometí seguir contando más cosas después del segundo viaje, y eso voy a hacer.

Siguiendo un poco el orden cronológico, lo siguiente que os debo contar es sobre la maratón por relevos en Osaka.

Un par de semanas después de aterrizar en Japón, la familia de Tsumugi me invitó a participar con ellos en esta carrera, donde formaríamos parte (Tsumugi y yo) de un equipo de 10 corredores, la gran mayoría jubilados, siendo el organizador del equipo el tío de Tsumugi, que es un abuelete de 72 años super simpático que además de correr muchas carreras a lo largo del año, le gusta la escalada, el baile, y muchos otros deportes, ojalá yo llegue a ser un día como el a su edad, un máquina!

Aquí la foto del equipo.

Tsumugi y yo nos preparamos bien para la carrera, con nuestras camisetas del Betis, que no podían faltar en un evento tan importante.

La maratón por relevos se organizó en el parque del castillo de Osaka, que es enorme, y al ser un equipo de 10, corrimos poco más de 4 kilómetros por cabeza, en dos tandas.

A mí me tocó llegar a la meta!!

Fue una experiencia impresionante, participaron unas 8000 personas, y había muchísima gente disfrazada, ahora os voy a enseñar unas fotos que os van a dejar flipando, no tienen nada que envidiar al carnaval de Cádiz esta gente.

Apenas vi dos extranjeros, pero con tanta gente corriendo tampoco tuve demasiado tiempo de fijarme.

En general la gente al ver que yo era extranjero, me animaban muchísimo, gritando y aplaudiendo, incluso algunos del público me chocaron la mano, dándome ánimos, me lo pasé en grande.

Antes de comenzar la carrera, incluso un hombre me dijo:
"Oye, esa camiseta, es del Betis, verdad? un equipo de la liga española."
-"Si!! conoces al Betis!?"
"Claro, conozco a todos los equipos de la liga española"
-"Vaya, pensé que nadie iba a reconocer la camiseta, te gusta el fútbol a ti eh"
"Y tú que eres argentino?"
-"No no, yo soy español, y del Betis."
"Ahhh qué interesante!!"

El hombre la capacidad de sacar conclusiones no la tenía muy desarrollada, pero demasiado que conocía al Betis!

Aquí van algunas fotos de los disfraces que usaban los equipos, que al disfrazarse todos de lo mismo, o parecido, así se diferenciaban mejor del resto de los corredores para poder pasar el relevo lo antes posible.



 Uno de mis favoritos, el equipo de abuelos disfrazados de mujer policía, con falda y sombrerito, además de llevar su pistolilla, iban super felices, lo disfrutaron de verdad, me moría de risa con ellos.


No podía faltar el clásico estudiante empollón.


Harry Potter no se dejó atrás a Hedwig.


En la recta final, Picolo se picó conmigo a ver quién cruzaba antes la línea de meta, conseguí ganarle por los pelos en un sprint final que mereció la pena, no todos los días se gana una carrera a Picolo, casi que debería de ponerlo en el currículum.




A pesar de su aspecto inocente, las mujeres conejitas sexys corrían muchísimo, y seguro que no quedaron en mala posición dentro del ranking.


Había un equipo que iba del Barça, otro de la selección española, otro del Madrid, y otro del Atlético de Madrid.





Sí, había un equipo de Freezers.









Qué os ha parecido? 
Yo me lo pasé en grande y nunca imaginé que hubiese tanta gente disfrazada.

Tras la carrera, el tio de Tsumugi me invitó a comer con ellos en un restaurante muy típico de la zona, y allí fue donde los empecé a conocer de verdad, puesto que hasta antes de beber sake, no se soltaron hablando de verdad conmigo, al pensar que yo no hablaba demasiado.


Me preguntaron qué había estudiado y en qué quería trabajar.

Les comenté que había estudiado "Ingeniero de la agricultura" (todavía no he encontrado un mejor nombre en japonés para mi carrera porque allí no existe) y que me especialicé en viñedo y en elaboración de vinos.

Se motivaron un montón al escucharlo y me pidieron por favor que les explicase cómo se hace el vino, puesto que a ellos les encanta, pero no sabían como era el proceso.

Afortunadamente no me vi en un aprieto porque al haber visitado varias bodegas y ser un friki, decidí aprenderme el vocabulario técnico referente a la vinificación, etc, y pude explicárselo medioqué, de tal manera que cuando terminé, se quedaron cuajaos mirándome, y uno dijo en voz alta: "Os habéis dado cuenta, de que ha tenido que venir un chaval desde españa, a explicarnos en japonés, como se hace vino?" y rompieron todos a risas.

También me ocurrió otra cosa graciosa, resulta que me solté tanto hablando del vino que traté de hacer un chiste malo, y fue cuando me preguntaron si iba a vender mi vino en Japón, a lo que les respondí "claro! primero os lo doy a probar, y si no se muere nadie, entonces ya me lo traigo y lo vendo!" a lo que se hizo un ENORME silencio. y ya solté la clásica frase de.."..era una broma" y todo el mundo se partió el culo de risa.

He intentado hacer bromas muchas veces en Japón, de algunas he salido más airoso, pero es jodidamente difícil pillarles el estilo de humor, quizá algún día lo consiga (o quizá no..).

Me lo pasé genial, incluso hablé más que Tsumugi, está claro que cuando me siento cómodo, hablo por los codos, el idioma es lo de menos.

Un encanto de familia, y finalmente me firmaron el "diploma" por participar en la carrera como equipo, con dedicatorias pidiéndome cosas como "ven a Japón a hacer y vender tu vino por favor!!" o "Corre con nosotros el año que viene otra vez!!". GENIALES.


La siguiente historia es sobre la graduación de Tsumugi.

En Japón, la ceremonia de graduación, es un acto muy simbólico, puesto que a partir de ahí, los jóvenes "comienzan su vida en sociedad" al entrar en una empresa.

Creo que no he hablado del sistema japonés referente al tema de universidad-trabajo, y creo que tengo que hacer un inciso para explicarlo por si tenéis curiosidad.

Generalmente, la cosa funciona así, para entrar en una buena empresa (que tenga renombre, que es igual a pasta gansa y una vida asegurada) hay que estudiar en una buena universidad, que tenga prestigio (y que te cueste una pasta, eso va en el pack). Para entrar en una buena universidad, además de tener dinero, tienes que aprobar la selectividad, que difiere según universidad y no según comunidad autónoma como en España. Por lo que el acceso a la universidad se convierte en algo de vida o muerte.

De hecho, lo que estudies carece de importancia, lo verdaderamente importante es el nombre de la universidad, o al menos así me lo han explicado muchas personas diferentes.

Por ejemplo, un día dormí en casa de Mayu, la amiga de Tsumugi que ya os presenté en otra entrada anterior, Mayu tiene dos hermanas pequeñas que están en el instituto, pues mientras cenábamos, se me ocurrió preguntar si querían estudiar en la universidad, y ambas me respondieron con un si muy enérgico. Al preguntar la carrera que quería estudiar cada una, se hizo un silencio enorme, y yo no sabía muy bien por qué, de hecho me acojoné pensando que la había cagado.

Mayu se acercó muy amablemente a mí, y en voz baja me explicó que ellas no sabían responderme esa pregunta, puesto que nadie se la plantea, lo primero es elegir una universidad como objetivo, y luego una vez entres, coges una carrera lo más fácil posible. Casi todo el mundo concidía en que "en Japón, es más fácil salir de la universidad que entrar".

No comprendí esto, hasta que fui a la universidad de Tsumugi y me colé en una clase.
Ella estudió "psicología de la percepción" y esa clase fue de "cultura africana" de hecho tuve la puntería de coincidir con la clase en la que hablaron de Picasso, que al parecer hizo algunas obras de estilo africano. Estando en casa, eché un ojo al expediente de Tsumugi, y descubrí que apenas estudió unas pocas de asignaturas relacionadas con lo suyo, el resto parecían como de relleno, por así decirlo.

Me explicó entre risas, que un gran número de asignaturas en las carreras de su universidad eran de libre elección, con lo cual, la mayoría de estudiantes elegían lo que querían, estuviera o no relacionado con su titulación. Imagino que ahora entendéis mejor por qué importa más el nombre de la universidad que la titulación.

Y os preguntaréis lo mismo que yo, entonces, en este país no existen médicos, abogados, arquitectos, blablabla cualificados!?!

La respuesta es claro que si! peeeeeeero, el que quiere "ejercer" su profesión, tras terminar la carrera, tiene que hacer un posgrado, en el que estudian el temario de verdad, que dura dos años, y cuesta un pastizal tremendo. Con lo cual la mayoría de los estudiantes ni se lo plantean, solo aspiran a entrar en la universidad para conseguir entrar en una empresa, y una vez dentro, hay supervisores que les guiarán para saber en qué puesto trabajar.

Por eso cuando Tsumugi llegó a España, las primeras semanas teníamos un debate absurdo contínuo, porque me preguntó por qué los jóvenes universitarios se estaban yendo de España a trabajar al extranjero, yo le expliqué que aspiraban a encontrar un trabajo relacionado con lo que habían estudiado debido a las pocas posibilidades que había en España, y ella no lo entendía, cada vez que yo le preguntaba, "pero a ver, lo lógico es estudiar lo que te gusta para trabajar en lo que te gusta, no?!" ella me respondía, "eso no tiene sentido, estudias algo, y luego trabajas de lo que sea" ninguno de los dos nos entendíamos. Creo que ahora ambos nos entendemos.

Quien quiera saber más de este tema, puedo tirarme horas hablando ya que me resulta muy interesante y he intentado empaparme mucho al respecto, así que preguntadme!!

Volviendo al tema de la graduación, las mujeres se visten de kimono y los hombres generalmente de traje. La verdad es que los kimonos me resultan espectaculares, con esos coloridos tan vivos, son dignos de fotografiar. Es curioso que a las japonesas les atraigan más los vestidos occidentales por lo general, me refiero a los vestidos de boda blancos. Pero imagino que es normal al ser costumbre en cada país, que nos atraiga algo que consideramos "exótico" por el hecho de ser poco común, claro.. Os enseño algunas fotillos.







Y parecía tonto cuando me cambiaron por el botijo, eh?
A la izquierda Yuki, y a la derecha Megu, qué buena compañía!!

y como regalo de fin de entrada, el espectacular kimono de Tsumugi, con ese azul que sobresalía por encima del resto, si ya estaba yo enamorado, después de verla así, le dije: "Tsumugi, me caso con tal de verte así otra vez" se meaba de risa.

Una experiencia muy interesante asistir a una graduación en la otra punta del mundo, aun así, la verdad es que no vi tanta diferencia con respecto a cualquier graduación en España, mucho palabrerío/discursito que se repite, todo el mundo deseando acabar para irse de fiesta, lo típico.


Me despido así hasta la siguiente entrada (soy un pesao, pero me faltan aún muchas cosas por contar).

Un abrazo pa tol mundo!!

Y por cierto, agradezco que hayáis leído todo hasta ahora, mucha más gente de la que yo me imaginaba ha estado siguiendo el blog, y me habéis contado lo interesante que os ha parecido, además de echaros unas risas, me alegro de corazón, un abrazo!.